Hotel Santuari

La actualidad

El Hotel Santuari está situado en un marco incomparable, junto al Santuario del Santo Cristo de Balaguer y rodeado de gran patrimonio cultural como el Castillo Formós o el Parque Arqueológico del Plan de Almatà. Este acogedor hotel, localizado en la cima de la ciudad se caracteriza por ofrecer una paz y una tranquilidad absoluta, gozando de unas magníficas vistas de la Ciudad y del rio Segre.

Dispone de tres plantas de habitaciones de diseño moderno y agradable. Un total de 31 habitaciones, todas equipadas con servicios de teléfono, conexión wifi, televisión digital, aire acondicionado y calefacción, con ascensor, accesible para personas con movilidad reducida y dotado de acceso gratuito a internet de alta velocidad.

El hotel vinculado con el Santuario inició su servicio en 1999, en una remodelación de los antiguos servicios de hospedería del Santuario. En 2008 se hizo una profunda remodelación y renovación de las instalaciones para ofrecer unos servicios modernos para los huéspedes. En el 2015 se reformó la torre medieval y se incorporaron nuevas salas de reuniones y un moderno auditorio.

La voluntad de sobriedad inherente a un hotel vinculado con el Santuario del Santo Cristo no está reñida con unas instalaciones de calidad y una experiencia agradable, en la que limpieza, y un trato familiar y exquisito son el lema del establecimiento. Con el tiempo, se ha dotado de nuevas salas de trabajo y cada día se busca mejorar la atención en las ofertas de restauración y en las estancias.

La historia

Desde hace muchos años, este lugar ha sido un lugar de oración. Hay que remontarse a los tiempos en que Balaguer era habitado por los árabes y éstos tenían su núcleo de población en la planicie de Almatà. Con la reconquista llevada a cabo por el Conde Ermengol en el siglo XI, el cristianismo se hace presente. Buena parte del edificio actual del santuario es de aquella época.

En el siglo XVII, debido a la gran devoción cada día más creciente por los milagros que, según explicaba, hacía el Santo Cristo, se ensanchó el templo y se puso bajo la advocación de la venerada imagen de la Virgen, que hoy todavía conserva esta veneración. La puerta principal se abrió al sur, frente a la ciudad, donde se construyó una fachada totalmente plana y coronada por un arco con curvatura descendente a ambos lados.