Santuario del Santo Cristo
Se encuentra situado en un altiplano sobre el meandro del Segre que señorea la ciudad de Balaguer, y desde allí irradia su influencia en las comarcas de la Cataluña occidental y las tierras de la Franja de Aragón. Envuelve la delicada talla del Santo Cristo un conjunto arquitectónico imponente formado por su iglesia, el convento de las Clarisas, y las casas rectorales y del santuario. La primera iglesia documentada en este lugar es Santa María de Almatà, que se construyó sobre la mezquita Aljama y que tuvo atributos de parroquia desde la conquista definitiva por parte de los cristianos -el año 1105- hasta 1351, cuando se convirtió en la iglesia conventual del monasterio de Clarisas.
En esta iglesia de Santa María se custodiaba una muy venerada imagen del Santo Cristo, que ya tenía su tradición escrita en 1585. La imagen se trasladó al altar mayor tras las importantes reformas llevadas a cabo en el templo en las primeras décadas del s. XVII, y desde ese momento el templo pasó a tener el Santo Cristo como dedicación principal.
La imagen del Santo Cristo que se venera hoy es una copia delicada de la imagen que fue destruida en 1936, al inicio de la Guerra Civil. Es obra del escultor Joaquim Ros, y conserva el pie de la imagen original quemada. Dice la bella tradición que la imagen del Santo Cristo de Balaguer fue la primera que se hizo en el mundo. El autor fue Nicodemo, que aún tenía la imagen de Cristo guardada en su interior. La imagen inició un largo periplo desde Jerusalén hacia el mediterráneo, hasta que subió por el Segre hasta detenerse ante el convento de las Clarisas de Almatà.